El primer año que vine la instituto Al-Kal`ha Nahar, en el barrio del Val, fue una verdadera aventura porque estaba bastante alejado de mi antiguo lugar de residencia, a casi media hora andando, con apenas catorce años e iba y venía solo (el año anterior al colegio iba con mi madre y mi hermana o con uno de mis amigos de la clase). Uno de los mayores alicientes eran las visitas al Centro Comercial El Val en los recreos, cuando me daba tiempo al salir pitando de la clase, y en la planta baja encontré la tienda de Rosi -donde podías comprar todo tipo de "patatas de bolsa", bollos, bebidas carbonatadas y cualquier otra chuchería que te apeteciera- para gastar una pequeña parte de mi asignación semanal. También iba a unos juegos recreativos cercanos, aunque eso fue más frecuente cuando tuve un pequeño grupos de amigos (con el auge de las consolas se quedaron obsoletos y terminaron cerrando a finales de los años noventa).
Nota(1): Este pequeño centro comercial abrió sus puertas en el año 1989 y fue el primero en Alcalá de Henares porque antes solamente existía un Simago en la Vía Complutense, una de las calles principales de la ciudad, en aquellos años.
No recuerdo bien si alguno de mis compañeros de clase me lo comentó o la encontré por mera causalidad en una vuelta por las instalaciones, ojeando antes uno de los paneles donde estaban y están enumerados todos los negocios del lugar, pero sí que desde ese momento siempre me pasé por el local. Más adelante entraron en el instituto mis primas menores, en otro centro cercano al mío, y fue una de "mis recomendaciones" para ellas en los recreos. Más adelante pasaron ellas el relevo a mi hermana, en una especie de "tradición familiar."
La dueña en sus dominios.Así ha funcionado siempre, es decir, una persona se lo comentaba a otra y el boca a boca hacía el resto, sin otra "campaña publicitaria" para el establecimiento. Este pequeño negocio ha aguantado de esta manera el paso del tiempo y su dueña era una de las pioneras, pues llevaba regentándolo desde la década de los noventa y atendiendo tras el mostrador a muchas generaciones de estudiantes y a los residentes de la zona.
Nota(2): Un verdadero milagro en los tiempos que corren debido a la fuerte competencia de las "tiendas de chinos"(tienen de de todo, incluso tabaco suelto que venden a cualquiera, incluidos los menores de edad).
Con el paso de los años siempre fui a verla en solitario o acompañado de mi hermana, pero eso cambió tras su muerte. Fueron unos cuantos meses de luto y al final cambié de compañía con mis sobrinos (Zoe y Nicolás) y mi madre. Ellos dos cogieron tanta confianza que entraban como dos balas a la tienda y la saludaban, antes de pedir alguna que otra cosa ¡Viva el descaro de los niños pequeños!
Sin embargo, el año 2021 ha marcado el final de una era con el cierre del negocio, marcado por la cercana edad de jubilación de su propietaria, y el local ha cambiado de actividad comercial, dando paso a una tienda de "productos sudamericanos." No me dio tiempo a despedirme, después de tantos años de relación por mi condición de cliente habitual, por lo que me toca hacerlo desde aquí primero hasta que me vuelva a cruzar con ella en la calle (sé que vive en los alrededores).